30 may 2011

Consecuencias del Sistema de Libre Mercado: Hidroaysén, no sólo ambientalismo

“…En el trabajador se da, pues, subjetivamente, el hecho de que el capital es el hombre que se ha perdido totalmente a si mismo, de la misma forma que en el capital se da, objetivamente, el hecho de que el trabajador es el hombre que se ha perdido totalmente a si mismo. El trabajador tiene, sin embargo, la desgracia de ser un capital viviente y, por tanto, menesteroso, que en el momento en que no trabaja pierde sus intereses y con ello su existencia. Como capital, el valor del trabajo aumenta según la oferta y la demanda, e incluido físicamente su existencia, su vida ha sido y es entendida como una oferta de mercancía igual a cualquier otra.” (K.Marx, Propiedad Privada y Capital en Manuscritos Filosóficos Económicos de 1844)

Es absolutamente necesario que como sociedad chilena (así como lo hemos estado haciendo paulatinamente), nos demos cuenta de que el gobierno de la derecha, encabezado por Sebastián Piñera, empresario neoliberal en el poder ejecutivo, avala y promueve la privatización en varios ámbitos que no debiesen serlo. Cuando hablamos de Hidroaysén, no hablamos sólo de un problema ambiental, no son sólo los ambientalistas (como lo refieren algunos medios de comunicación) los que protestan en contra de este proyecto, sino que es la ciudadanía chilena en general la que se da cuenta del descaro antidemocrático y lucrativo que existe tras la aprobación de este proyecto. Porque como sociedad, nos molestamos cuando vemos que el poder económico de este país (y de otros países) viene a faltarle el respeto al pueblo chileno. Es de suma importancia que no nos dejemos manipular por el sistema que pretende segregarnos en distintas luchas, desinteresadas o inconexas unas con otras, cuando todas las problemáticas urgentes que aquejan hoy a Chile derivan de una misma causa: el capitalismo.


Hidroaysén no sólo necesita inundar 6 hectáreas de terrenos e instalar un tendido eléctrico que pasará por 6 parques nacionales, 11 reservas y 32 áreas privadas protegidas (entre otros), lo cual ya es un problema de carácter medioambiental, sino que estamos hablando además de un proyecto estratégico en manos de privados quienes deciden sobre nuestra energía pensando en sus intereses, en su lucro, sin pensar en el país, en el pueblo, en las políticas energéticas necesarias, pues al ser empresarios privados no tienen intereses que estén por sobre sus intereses de clase. Entonces, pensamos en el Estado, pero resulta que en Chile no hay una política energética que proteja al consumidor, que sostenga este proyecto de manera democrática y regulada. A esto se le suma que es un estado gobernado por empresarios, con un enfoque neoliberal de libre mercado, el cual, por definición prioriza el crecimiento a nivel mundial de nuestra economía, sin importar si es que para eso hay que vender nuestras políticas y nuestras aguas a transnacionales (Endesa, empresa extranjera, tiene un 96% de los derechos de agua de Aysén) a quienes como ciudadanos de Chile, tendremos que pagarles la energía que ellos sacan de nuestras aguas. Este es el dominio de las transnacionales, quienes no tienen interés alguno en los pueblos, en las políticas de los países, pues no pertenecen a ninguno en particular, conciben el mundo entero como su mercado objetivo. Es urgente que nos demos cuenta de que el problema del lucro en las necesidades básicas como vivienda y alimentación, educación y salud así como con nuestros recursos naturales tienen una misma causa. Son los mismos los que están explotando aquí y allá, los que se están aprovechando y los que están estafando al pueblo chileno, es urgente que nos demos cuenta de esto para unirnos en la lucha en contra de este sistema en donde los intereses económicos priman por sobre cualquier otra consideración, en donde incluso peligra la supervivencia humana como consecuencia de la “libertad del mercado” en el cual esa “libertad” es para los que manejan el “mercado” a su favor, negociando con las vidas de todos nosotros, vidas entendidas únicamente como mercancías, tal como lo describiera Marx en 1844.

“No cabe ninguna duda que en el tema energético está operando la única matriz que tiene este gobierno: el poder del dinero. Lo hizo para aprobar la termoeléctrica en Punta de Choros así como lo hace para permitir la termoeléctrica en Hacienda Castilla (dada la relación con el multimillonario Batista, de origen brasileño); y como lo hace para permitir Hidroaysén en esta definición…” (Diputado Comunista Lautaro Carmona)

La decisión de aprobar hidroaysén, así como la decisión de privatizar la educación, son decisiones antidemocráticas, los chilenos debemos manifestarnos repudiando toda acción que vaya en contra de nuestra soberanía, es nuestro deber como ciudadanos y como seres humanos que esperamos un mejor futuro, un futuro libre de la innegable injusticia con la que opera el sistema capitalista mercantil.

JJCC BASE ADOLFO MENA

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